La
evaluación. ¿Por qué se debe evaluar? Aclaraciones previas en torno a la
evaluación.
En los últimos años la evaluación se ha utilizado como un
instrumento sancionador, que asigna al desempeño del alumno un valor numérico,
sin tomar en cuenta el 100% de sus habilidades, solo mide que tanto pudo
memorizar en cierto periodo de tiempo, no se fija en lo significativo, solo es
un requisito.
Algo que se debe tomar en cuenta es que la enseñanza y el
aprendizaje son dos procesos que van de la mano, es decir, uno depende
absolutamente del otro y como tal, ambos, deben someterse a una evaluación para
cerciorarse de la calidad de su desarrollo y práctica (cómo aprendes y cómo
enseñas). Aunque es habitual que el alumno y los aprendizajes adquiridos sean
lo único que se evalué dentro del trabajo en el aula.
Al inicio se debe conocer lo que el alumno es capaz de
hacer y lo que sabe, por ello se aplica una evaluación inicial, la cual nos
permitirá adecuar nuestra práctica docente a las necesidades de los alumnos; para
dar un seguimiento del progreso del alumno se aplica una evaluación reguladora,
la cual nos permitirá ofrecer al alumno la propuesta educativa más adecuada y
para finalizar, la evaluación sumativa es aquella que reflejara los resultados
del camino recorrido por el alumno a lo largo del proceso enseñanza-aprendizaje,
durante cierto periodo de tiempo.
La pregunta inicial es ¿por qué evaluar?, así pues, el
principal objetivo de la evaluación es mejorar, ofrecer una educación de
calidad, localizando los puntos frágiles y atacándolos a partir de un plan de
acción.
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